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Ahora bien, párate y piensa detenidamente que pasaría si siempre elogiaras a tu hijo/a. Si así lo hicieras, estarías criando/creando a un niño con una NECESIDAD externa de aprobación de la que va a depender el resto de su vida. Por consiguiente, estamos eliminando su capacidad de auto-motivación. ¿Cómo va a sentirse satisfecho con su trabajo si no es capaz de valorarlo por sí mismo?
En la filosofía Montessori no se elogia al niño por hacer bien un trabajo, de la misma manera que no corrige cuando lo hace mal. En Montessori se trabaja con el “control de error” lo que ayuda al niño a darse cuenta de si ha realizado bien o mal la tarea.
Como madre que soy, sé que muchas veces nos gusta y apetece elogiar y celebrar los logros de nuestros hijos, pero debemos ser “fuertes”, pues de esta manera estamos criando a niños fuertes.
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¿QUÉ ES LO PEOR DE LOS ELOGIOS? Que crean adicción.
Y así es. Crean adicción tanto en los niños como en nosotros los padres. Como padres nos sentimos bien, orgullosos de ellos, y ellos a su vez se sienten bien porque reciben nuestra felicitación, nuestra APROBACIÓN. Una APROBACIÓN EXTERNA. Además, elogio tras elogio lo que conseguimos es que no haga la tarea por su propia satisfacción, sino por la AGRADABLE SENSACION DE ELOGIO que tiene después de hacerla. Entonces es ahí cuando ya no valora el trabajo ni el esfuerzo que le ha costado realizar dicha tarea. También se da el caso de que no quieran hacer una tarea que les cueste porque sabe que no le elogiaremos.
- Por ejemplo: Si a un niño le felicitamos por atarse correctamente los zapatos al día siguiente repetirá la acción, pero seguramente no querrá abotonarse la camisa. Preferirá que le elogiemos por lo que sabe hacer que desilusionarse por no conseguir.
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Según la doctora Carol S.Dweck de la Universidad de Stanford, en base a los elogios recibidos en la infancia se desarrollan dos tipos de mentalidades:
- ELOGIOS DE PEQUEÑO = Mentalidad fija: Los niños creen que las cualidades como inteligente, creativo, agradable, listo, simpático, etc. son fijas. Inmutables de la personalidad. Crearán que por mucho que estudien no serán más listos. Que por mucho que pinten no serán más creativos o que por mucho que toquen el piano, no conseguirá ser bueno. De mayor nuestro hijo creerá que no tiene potencial para ciertas cosas y preferirá no cultivarlas. Las excluirá y se centrará en lo que cree que es su potencial.
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- NO ELOGIOS DE PEQUEÑO = Mentalidad en crecimiento: Los niños creen que al igual que las piernas se ejercitan al caminar o correr, su cerebro y cualidades pueden desarrollarse y mejorar con la práctica, esfuerzo y dedicación.
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DE ADULTOS Si nuestro hijo ha sido elogiado y tiene una mentalidad fija, seguramente de adulto se pregunte:
¿Cómo voy a asumir este puesto de trabajo si yo no soy bueno trabajando en equipo?
¿Cómo voy a invitar a tomar algo a esa chica sino tengo don de palabara?
¿Cómo voy a montar un negocio sino no soy responsable?
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¿COMO REFORZAMOS CONDUCTAS? Tal y como has podido leer en el post, dejando de ELOGIAR.
Mary Rudd demostró que los niños que habían sido elogiados respondían a las preguntas en un tono más inseguro. No querían decepcionar ni equivocarse, pues lo que querían era el elogio. El elogio, como hemos dicho antes, es adictivo, por lo que cada vez necesitará más para sentirse bien consigo mismo. Y si los papás o maestros dejan de elogiar, los pequeños pierden el interés en las tareas. Para evitar esto, hay que reconocer y valorar el proceso y el esfuerzo. Hay que hacerles sentir orgullosos por sus propios logros. El objetibo es que reconozcan sus propios triunfos.
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ENTONCES, ¿COMO LE MOSTRAMOS QUE HA HECHO BIEN LA TAREA? Si el niño está acostumbrado al elogio seguramente esperará un “Muy bien”, “Que listo eres”, “Que bueno” o un aplauso. Pero como os he dicho, debemos cambiar esa conducta y buscar otras alternativas.
Al principio te costará un poco, pues estamos acostumbrados a las alabanzas. Los elogios salen de nuestra boca sin que lo pensemos. Sin embargo, tras unos días o semanas midiendo tus palabras y valorando el esfuerzo del proceso, las interacciones serán más naturales.
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10 ALTERNATIVAS AL ELOGIO
- “Mmmm”: Cuando no sabemos que decir, es mejor esto que un elogio. De esta manera mostramos interés por lo que el niño nos está enseñando y esperamos a que nos cuente más.
- “Vaya, que has hecho? Cuéntame” : El niño ve que nos interesamos por su tarea y estará encantado de explicarnos más.
- “Te has esforzado mucho para hacer esto, verdad?”,“¿Estás orgulloso?”: En vez de centrarnos en el resultado, nos centramos en el esfuerzo y fomentamos la motivación interna del niño. ELOGIAR EL PROCESO, NO LA PERSONA
- “¡Se te ve muy feliz! ¿Estás contento de haber conseguido hacer esto?”: Nuevamente nos centramos en su sensación de logro y en su auto-motivación.
- “Veo que has…”: Simplemente describimos lo que ha hecho, estamos reconociendo su trabajo pero de una manera neutral.
- “¡Lo has conseguido!”: Cuando somos conscientes del gran esfuerzo que le ha costado conseguir algo, es una buena ocasión para reaccionar más efusivamente.
- “¡Fíjate! Antes no podías hacer esto y ahora ¡sí!”: Nos centramos en el hecho de que el niño está creciendo y aprendiendo.
- “¡Gracias! Me gusta que hayas hecho esto para mí”: Cuando el niño ha hecho algo para regalárnoslo por supuesto hay que agradecérselo.
- “Esto no lo habías hecho nunca. ¿Cómo has aprendido?”: En este caso le damos valor al proceso de aprendizaje.
- “Me gusta lo que has hecho, ¿podrías enseñarme a hacerlo?”: Con esta reacción le estamos enviando al niño el mensaje de que su trabajo nos gusta tanto que nos gustaría aprender a hacerlo, y que él tiene la capacidad de enseñarnos.
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Recuerda ser concreto y reconocer los logros en el momento, ya pasado un tiempo el niño no sabrá a que nos referimos. Cambiar los habituales elogios por este tipo de frases requiere práctica, pero merece la pena.
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¡¡ IDEA !! Como sé que cuesta, te propongo que hagas como yo. Imprímete las alternativas y ponlas en la nevera. De esta manera, siempre tendrás una guía y te resultará más fácil cambiar el elogio.
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Fuente: flylpoo, montessori en casa, facilisimo
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